EN EL SER:
• Si queremos alumnos libres, autónomos y responsables, necesitamos docentes:
Respetuosos de las normas y procedimientos expresados en el Reglamento de Convivencia Escolar, combatientes de la mentira y el engaño, evitando el excesivo proteccionismo, autoritarismo y permisibilidad.
Promotores del diálogo, el discernimiento y la deliberación como herramientas fundamentales para la convivencia social.
Promotores de la libertad como valor fundamental en la toma de decisiones autónomas y responsables.
• Si queremos alumnos capaces de asumir los valores que dan sentido a la vida en democracia , necesitamos docentes:
Líderes dentro de la Comunidad Educativa promoviendo y facilitando el cumplimiento exitoso del Proyecto Educativo.
Defensores de los valores que encierra la vida misma, de la necesaria participación en la vida pública para el fortalecimiento de comunidades solidarias.
Con una actuación firme y democrática en las organizaciones sociales defensoras de los derechos humanos.
Partícipes permanentes de la vida colegial y extra colegial
• Si queremos alumnos dispuestos a alcanzar el desarrollo más completo posible de los talentos dados por Dios para alcanzar la excelencia, necesitamos docentes:
Dispuestos a impartir una formación basada en los principios fundamentales expresados en nuestra Misión, orientando al alumno hacia su pleno desarrollo humano y académico, en busca de la excelencia
Líderes capaces de desarrollar al máximo los talentos de las personas, tratando de resaltar las cualidades positivas de los alumnos a los cuales educa, para alcanzar la excelencia académica y humana, para generar Fe y promover la Justicia,
Promotores del desarrollo físico, de los deportes, de las actividades culturales y de servicio a los demás.
• Si queremos alumnos comprometidos con la justicia que se deriva de la fe, necesitamos docentes: Creyentes en Dios y en Jesucristo, creyentes en el amor, en el hombre, en la paz, en la solidaridad y en el servicio a los demás. Practicantes de la Religión Cristiana, defensores de la propuesta ignaciana, promotores de la Fe que se manifiesta en la justicia. Promotores y acompañantes de los encuentros pastorales, de las convivencias y del acercamiento a los ambientes de pobreza.
Justos y equilibrados, conscientes de la responsabilidad que encierra la labor educativa
EN EL SABER: • Si queremos jóvenes que se conozcan a sí mismos, necesitamos docentes : De una sólida formación religiosa, académica y profesional al servicio de la Misión, conocedores de: -Las Características de la Educación de la Compañía de Jesús, la Pedagogía Ignaciana, El Plan Apostólico de la Provincia de Venezuela 2000-2020, el Proyecto Educativo Común (PEC) y El Proyecto Educativo del Colegio San Ignacio.
-La Ley Orgánica de Educación, su reglamento y las resoluciones ministeriales, La Ley Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente, (LOPNA)..
-Los reglamentos internos, el organigrama de la institución, las normas disciplinarias y el Reglamento de Convivencia Escolar.
-Los procesos fundamentales que favorecen el aprendizaje y las características evolutivas de los alumnos a su cargo.
-El manejo práctico del idioma castellano como herramienta insustituible para el pleno dominio de la comprensión, la expresión y la comunicación.
-Sus alumnos, el ambiente en el cual se desarrollan, sus aptitudes, actitudes, habilidades, capacidades y limitaciones, aficiones y pasatiempos. ¿Cómo es? , ¿Cómo se siente?, para favorecer su desarrollo en armonía y respeto
-Las nuevas tecnologías; las tendencias sociales, políticas y culturales; la historia y la geografía; los ambientes de pobreza y marginalidad.
-Su propio ser, lo más profundo y completo posible, practicando el discernimiento y la introspección para situarse en su entorno personal, familiar, social, local y nacional.
-Los contenidos programáticos (procesos, objetivos y experiencias), así como la metodología, actividades y recursos correspondientes.
-Los elementos fundamentales de la planificación y evaluación escolar.
EN EL VIVIR:
• Si queremos que nuestros alumnos tengan a Cristo como modelo, necesitamos docentes Que tengan como modelo a Cristo, asumiendo un modelo permanente en donde se evidencien los valores fundamentales de Libertad, Fe y Justicia, al servicio de los necesitados (pobres y excluidos).
• Si queremos que nuestros alumnos tomen como opción fundamental a los pobres y excluidos, necesitamos docentes:
Que privilegien el servicio a los demás, fundamentalmente a los pobres y excluidos como demostración de Fe y promoción de la justicia. Compartiendo, en lo posible, sus condiciones de vida para hacerlos protagonistas en la sociedad y en la Iglesia.Activos en labores comunitarias a favor de nuestro Proyecto Educativo para formar personas libres, autónomas y competentes. Capaces de ejercer un liderazgo a favor de nuestra Misión .
• Si queremos que nuestros alumnos utilicen al máximo su desarrollo físico y mental, necesitamos docentes:
Que conserven y estimulen la capacidad de asombrarse y de imaginar que las cosas pueden ser de manera distinta a como siempre han sido. Saber manejar la excepción. Todo este crecimiento en su ser intimo es el presupuesto obligado para estimular la imaginación y el poder creador del alumno.
Que activen su capacidad de observación para conocer con mayor claridad la personalidad del alumno, y de esta manera poder establecer una relación con bases más ciertas de entendimiento y afinidad con nuestros muchachos y muchachas, sin que esto signifique vulnerar su privacidad.
• Si queremos que nuestros alumnos utilicen el diálogo como una forma efectiva de comunicación, necesitamos docentes que :
Pongan en práctica permanente la justeza y la equidad con que debe llevar su relación con el alumno, debe prevalecer la orientación positiva y constructiva en el proceso formativo. El buen juicio y la mano izquierda, deben ser herramientas recurrentes para situar y considerar diferencias individuales para valorar y aplicar a cada caso toda la información de que dispongamos. Mostrarse con la suficiente confianza, apertura, flexibilidad, y sindéresis para entenderse y entender a su interlocutor.
Practiquen el cariño, la confianza, la coherencia y la convicción como supuestos insustituibles para que el docente pueda lograr en sus alumnos una educación en valores.
Ejerzan actividades comunitarias a favor de nuestro Proyecto Educativo, para formar personas libres, autónomas, competentes y capaces de ejercer un liderazgo a favor de nuestra Misión.
Utilicen el diálogo, el discernimiento y la deliberación como formas concretas para la comunicación efectiva en nuestro entorno para la toma de decisiones compartidas y en consecuencia solidarias.
• Si queremos que nuestros alumnos participen activamente en experiencias de fe cristiana , necesitamos docentes que : Promuevan y participen en las actividades de pastoral (Eucaristía, acompañamientos, convivencias, retiros, visitas a otros ambientes y guiaturas.)
Participen en los cursos y talleres que se programen dentro de la Institución y estar dispuestos permanentemente al mejoramiento profesional.
Participen de las actividades de acción social promovidas por el Colegio (Oscasi, Fundafesi, Misiones, Fe y Alegría)
Participen en las organizaciones estudiantiles internas (CESI, CEL, Banda de Guerra, EDASI, Deporte Colegial),y en las actividades culturales escolares y extraescolares. Participen en las organizaciones internas a favor del mejoramiento socioeconómico de los docentes (Caja de Ahorro, Seguro Colectivo, Fondo de Ahorro, Fondo de Retiro ).
Los alumnos egresados del Colegio San Ignacio deben presentar los siguientes rasgos:
EN EL SER:
Animados a desarrollar una presencia activa a favor de los pobres y excluidos con la fuerza que se deriva del modo de proceder a la manera de Ignacio de Loyola en la Fe que fortalece a la Justicia, el Amor y la Paz.
EN EL SABER:
• Haber desarrollado, en la medida de lo posible, los talentos dados por Dios en el dominio de:
Las disciplinas básicas (humanistas, científicas y tecnológicas) desde un punto de vista crítico y reflexivo para servir más y mejor a nuestros semejantes.
• Conocer los procesos básicos del pensamiento que faciliten:
La adquisición de los aprendizajes y el desarrollo de la excelencia humana y académica.
• Conocer la realidad político social de Venezuela y el mundo de forma reflexiva y crítica para:
Tomar decisiones libres, justas y solidarias.
• Conocer los valores fundamentales de la religión católica como eje central de la formación integral para:
Incorporarlos a la vida misma, tomando como premisa fundamental la Fe que se manifiesta en la promoción de la Justicia, el Amor y la Paz.
• Conocer los elementos que favorecen el sano desarrollo físico en armonía con:Otros aspectos del proceso educativo, los programas de deporte y educación física, la competencia sana y el manejo adecuado de los resultados obtenidos en ella.
• Conocer la vida pública:Cómo funcionan los entes gubernamentales, estatales, municipales y parroquiales, en sus dimensiones económicas, políticas, sociales y culturales para ubicar formas concretas de participación democrática al servicio público.
EN EL VIVIR:
• Tener a Cristo como modelo de vida humana al servicio de los demás:Con una vida activa al servicio familiar, social, político y religioso, que se evidencie en obras como muestras de amor al prójimo.
• Tomar como opción fundamental a los pobres y excluidos:En busca de una sociedad más justa y solidaria participando como líderes comprometidos en ella y en la Iglesia.
• Utilizar al máximo su desarrollo físico y mental:Para ejercer un liderazgo a favor de los necesitados, desempeñándose responsablemente y con conocimiento pleno de la cultura y del ambiente de las personas a quienes sirve.
• Utilizar el diálogo como una forma efectiva de comunicación:Para tomar decisiones solidarias y responsables, producto del discernimiento, que permitan el acercamiento de unos a otros y logren la participación activa en una misma misión.
• Participar activamente en las experiencias de fe cristiana:Basadas en la oración, en la Eucaristía y en los Ejercicios Espirituales, según la visión de San Ignacio, y así precisar los roles a ejercer en la sociedad en que se desenvuelven.
• Libres para dar lo mejor de sí mismos:Asumiendo las responsabilidades que se generan de las acciones tomadas. Libres para trabajar con otros en pro de la felicidad de todos como fin último de la vida humana y del Reino de Dios y para desarrollar un ambiente de convivencia y respeto entre todos los miembros de la comunidad.
Historia del Colegio
La Historia, en este caso, cuando nos enfrentamos al reto de elaborar el Proyecto Educativo del Colegio, se comporta como un contexto global, en dos direcciones: la línea de tiempo que explaya y define el espacio donde le corresponderá actuar y la vertical que puntualiza los hitos donde nos parece que se impone una mayor profundización para indagar en sus raíces. Tenemos de este modo establecido, desde el comienzo, esas dos realidades para situar nuestro proyecto. Por otro lado, el macro contexto nos ofrece una serie de datos sobre nuestro origen, lo que hemos sido y su porqué. Ellos facilitarán el cumplimiento de los pasos metodológicos que nos ayuden a la consecución de una propuesta modelo plenamente ajustada a la realidad que deviene de esa historia.
La fundación del colegio tiene dos fechas que responden a dos decisiones históricas muy importantes, ellas marcan el comienzo de la historia del San Ignacio. El 16 de septiembre de 1920, el Prepósito General de la Compañía de Jesús, P. Wlodomiro Ledochowski, s.j. le informa a Monseñor Francisco Marchetti, Internuncio Apostólico de su Santidad en Venezuela, que acepta la fundación de un colegio modelo, en la capital del país..(1)
La segunda corresponde al 02 de julio de 1921, cuando el Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Pedro Itriago Chacín, le escribe un oficio al Honorable Señor R .Bartoloni, Encargado de Negocios ad interin de la Santa Sede, en el cual “tiene a honra manifestarle a usted, que como se resolvió en reciente sesión del Gabinete, fue opinión de este Despacho que no había inconveniente legal alguno para el establecimiento en esta ciudad de un Colegio bajo la dirección de los Padres de la Compañía de Jesús”.(2)
Se repetía la especie de que ese plantel se había aprobado por una decisión unilateral del Dictador, sin pasar por la debida consideración del Gabinete o a lo más era producto de un acuerdo privado y hasta oscuro entre el General Gómez y el Arzobispo Felipe Rincón González, en agradecimiento por el suministro de ciertos medicamentos naturales que el prelado le obsequiaba para curarle las dolencias prostáticas y renales. De ahí la importancia de este documento.
Sin embargo, casi desde su instalación, por diferentes vías, se promovió una campaña contra la presencia de los jesuitas en Venezuela y contra la fundación del colegio. Con tales habladurías, se quería desacreditar a la Compañía de Jesús y empañar el origen del San Ignacio. Ellas se mantuvieron en la comidilla política y llegaron a oírse hasta en el discursero de algunos constituyentes entre 1946 y 1947.
En el LOYOLA Basket Club tenemos Normativas y/o Reglamentos de los equipos y jugadores, así como Normativas y/o Reglamentos para Padres, Representantes y/o acompañantes. A continuación las reglas que deben cumplir cada uno de los participantes en un juego:
Normativas y/o Reglamentos de los Equipos y Jugadores de Basket del Colegio San Ignacio
1) Se harán tantos equipos como categorías según las edades que señalen las ligas a que estamos asociados.
2) Cada categoría tendrá el máximo de jugadores según los reglamentos para hacer extensivo el mayor número de colegiales el beneficio de participar en el deporte.
3) En caso de ser más los inscritos, el entrenador hará una selección oportunamente o se procurara participar en torneos diversos para dar oportunidad a que todos los inscritos jueguen.
4) Cada categoría se le asignarán dos días de prácticas obligatorias semanales en días alternos. Cada jugador por su cuenta propia debe procurar corregir sus deficiencias o mejorar sus cualidades según las indicaciones que le haga el entrenador.
5) Los jugadores, de acuerdo con el entrenador, elegirán un capitán para cada categoría quien será el representante de equipo ante los jueces, firmará el acta del juego y responderá ante la directiva cuando ésta le cite.
6) Los jugadores llevan la representación del Colegio y, conscientes de ese papel, lo llevarán con dignidad y honor. Por eso los alumnos que se inscriban en los equipos, junto con su derecho a entrenamiento, uso de canchas y de material deportivo, y otras ayudas materiales, adquieren el compromiso de una conducta deportiva digna.
7) Toda la conducta de los jugadores en la cancha debe ajustarse a las normas del colegio. Esta conducta debe ser más esmerada ante el público y los árbitros y por supuesto en las canchas ajenas.
8) Todos los jugadores están en la obligación de asistir a todas las prácticas y en caso de imposibilidad real de concurrir, deberán avisar, (o después, justificar su falta por escrito) al entrenador.
9) Es fundamental ser puntual y responsable, ya que es garantía de orden, aprendizaje, compañerismo y colaboración, factores que se tendrán en cuenta para ponerle a jugar y por supuesto para la evaluación.
10) Los jugadores convocados por el entrenador, tienen la obligación de asistir al campo con suficiente anticipación perfectamente uniformados, en caso de real imposibilidad de cumplir avisará al entrenador
11) Los no-convocados, están en la obligación moral de asistir para apoyar a sus compañeros, aprender, y hasta intervenir en caso de alguna emergencia, como la ausencia de alguno de los convocados.
12) Si se perdiere un partido por inasistencia (forfait), se establecerán las responsabilidades y sanciones del caso. Esta situación se considera muy grave.
13) Los jugadores deben aprender a distribuir su tiempo de estudio de manera que ni los estudios estorben al juego ni el juego a los estudios, más aún, el buen deportista debe ser buen alumno.
14) El buen deportista cuida sus condiciones físicas y mentales pues sabe que debe estar en perfectas condiciones para un buen desempeño en las competencias. Por eso los jugadores se abstendrán de trasnochos o fiestas o cualquier exceso de vísperas de partidos o le avisará al entrenador para que no cuente con ellos.
15) Están prohibidos en un buen deportista el uso de estimulantes, cigarrillos, alcohol, etc.
16) Se rechazan las trampas, mentiras, violencias, desquites, etc.
17) En el Loyola hacer grupos, fomentar la desunión, aislar o culpar a compañeros, es una conducta detestable y en caso de que alguno incurra en ella y no desista después de amonestado, será sacado del equipo.
18) Es considerado como falta el pesimismo y mal humor, habituales el retirarse de los juegos o prácticas sin autorización, el tirar o patear la pelota en señal de disgusto, el perder material o dañar las instalaciones.
19) Las palabras, gestos o hechos en contra de compañeros, adversarios, árbitros o público, especialmente si son groseros, serán también objeto de sanción.
20) Los jugadores prestaran atención y acataran las instrucciones de sus entrenadores y directivos y no se toleraran las rebeldías y malos modales como contrarios a nuestra mística.
21) Los jugadores deben usar el uniforme completo, con su número de ficha, limpio y en buen estado, durante los partidos. El uniforme incluye la camiseta, shorts y medias blancas largas.
22) Las sanciones por las faltas de los jugadores serán acordadas por el entrenador y en definitiva, por la directiva según su gravedad.
23) Al menos trimestralmente, el entrenador informaran a los consejos de curso sobre el desempeño tanto positivo como negativo de los jugadores para contribuir a la evaluación integral.
24) Cuando los juegos son en el colegio, los jugadores ayudaran al entrenador para preparar las canchas sacando las mesas y los bancos. Los que juegan en el último turno son los encargados de recoger lo que se saco y de comprobar que no se pierda nada y de que todo está guardado en orden.
Normas para Padres, Representantes y/o Acompañantes para los Juegos de Basket del Colegio San Ignacio
1) Inicialmente y en forma general, tener un comportamiento digno, educado y ejemplar que nos caracterice como representantes respetuosos en las actividades deportivas.
2) Evitar dirigirse o girar instrucciones a los jugadores mientras se encuentres en juego, a fin de que sea la instrucción de entrenador escuchada y ejecutada claramente.
3) Los Padres, Representantes y acompañantes, no deben dirigirse a los entrenadores, a los árbitros, ni a la mesa técnica. Es el entrenador o el delegado, el indicado para resolver situaciones que se presenten en el juego.
4) Las personas que estén de espectadores (barra), deben ubicarse lejos de la línea de la cancha, nunca detrás o a los lados, o cerca de la banca del equipo, ni alrededor de la mesa técnica. Preferiblemente ubicarse en las gradas dispuestas para el público.
5) Las barras animarán a sus equipos en forma alegre, decente, divertida, sin gritar ofensas ni malas palabras, y mucho menos caer en provocaciones que generen violencia.
6) Las barras podrán utilizar para animar y apoyar a sus equipos durante el juego, cualquier instrumento musical u objeto que emane ruido (tambores, pandereta, trompetas, cornetas, megáfonos, etc.). En el caso de las categorías Semillita, Micro y Mini no se debe hacer ruido en los tiros libres al equipo contrario.
7) Todos los padres, representantes y acompañantes, serán responsables de cumplir estas normas, los delegados tendrán la potestad de realizar un llamado de atención a cualquiera que esté impidiendo el buen desarrollo del juego.
8) Los Padres, Representantes y Acompañantes, no deben dirigirse a los niños del equipo contrario durante el juego, solo y exclusivamente será permitido las felicitaciones, al concluir el encuentro.
9) Como Padres y representantes, debemos explicar a nuestros hijos, que los árbitros son la autoridad única dentro de la cancha y como tales, deben ser respetados y acatar sus decisiones sin discutirlas dentro del juego.
10) Acerca del trabajo arbitral en los juegos, los Padres, Representantes y Acompañantes, evitaran hacer comentarios negativos en público y mucho menos delante de sus hijos.
11) Al finalizar el encuentro revisar que las gradas queden totalmente limpias.
12) Estar al tanto de lo que hace tu hijo o hija, nos permite crecer juntos. Para educar hay que Amar.
(Textos: He 2, 14. 36-41; 1Pe, 2, 20-25; Jn 10, 1-10)
En este tiempo de Pascua de Resurrección es importante que tomemos conciencia de la presencia viva de Jesús resucitado. En las homilías anteriores, nos hemos preguntado sobre qué experiencias han marcado nuestra vida por el hecho de la Resurrección de Jesús y, también, sobre dónde se realizan los encuentros con el Resucitado, especialmente, los que suceden en el camino ordinario de nuestras vidas.